Editorial
La exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, anunció hoy su retirada de las primarias republicanas tras obtener resultados insatisfactorios en el supermartes. Aunque no brindó su respaldo al exmandatario republicano Donald Trump, instó a este último a ganarse el apoyo de los moderados del partido.
En un discurso televisado desde Charleston, Carolina del Sur, Haley señaló que la responsabilidad recae ahora en Donald Trump para conquistar los votos de aquellos dentro y fuera del partido que no lo respaldan. Afirmó que la política consiste en atraer a las personas a tu causa, no en rechazarlas, y enfatizó la necesidad de ampliar la base conservadora.
«Este es el momento para que él (Trump) tome esa decisión», resumió Haley, reconociendo la abrumadora victoria de Trump en catorce de los quince estados que participaron en las primarias republicanas del supermartes. A pesar de solo lograr una victoria en Vermont, Nikki Haley anunció con certeza que Trump se convertirá en el candidato del partido.
La retirada de Haley allana el camino para que las elecciones del 5 de noviembre se perfilen como un enfrentamiento entre Trump y el actual presidente, Joe Biden. Haley, única mujer en las primarias republicanas y la última aspirante en pie tras la avasalladora actuación de Trump, expresó gratitud por el apoyo recibido pero afirmó que es momento de suspender su campaña.
Tras conocerse la dimisión, el presidente Joe Biden extendió una invitación a los votantes de Haley para unirse a su campaña, destacando la importancia de la elección para Estados Unidos. Aunque señaló las diferencias de opiniones entre demócratas, republicanos e independientes, subrayó el amor compartido por el país. Biden también aclaró que, a diferencia de Trump, acoge con agrado el apoyo de los votantes de Nikki Haley en su campaña.
