Editorial
El pasado 26 de febrero, se llevaron a cabo los funerales de José Abraham Rivero, un niño que falleció casi tres años después de someterse a un procedimiento odontológico en el que fue sedado, pero lamentablemente nunca recuperó la conciencia.
En una entrevista para el programa Séptimo Día, la madre del niño, Andrea, reveló que la sedación era necesaria debido a la dificultad que presentaba su hijo para someterse al procedimiento dental.
Andrea relató que, antes de comenzar el procedimiento, le pidieron esperar afuera durante aproximadamente una hora, el tiempo que supuestamente tomaría la extracción dental. Sin embargo, cuando se acercó para verificar lo que sucedía, se encontró con una situación aterradora.
“Cuando me levanté, el médico estaba presionando el pecho de mi hijo… Empecé a llamar a mi familia y el niño no despertaba”, narró la madre.
A pesar de los esfuerzos por parte del personal médico para despertar al niño utilizando otro medicamento, la situación empeoró. La historia clínica indicó un aumento en la frecuencia cardíaca y movimientos de extensión interpretados como síndrome convulsivo.
El menor fue trasladado a la Clínica San Luis de Bucaramanga y posteriormente remitido al Hospital Internacional de Colombia, donde el médico pediatra Frank Serrato describió su llegada como crítica, requiriendo reanimación y soporte vital.
Serrato señaló una lesión significativa en el cerebro del niño, posiblemente causada por la falta de oxígeno o el estado de shock en el que ingresó.
A lo largo de casi tres años, el niño permaneció sin despertar, con respuestas mínimas en algunos momentos, aunque el pronóstico médico nunca ofreció esperanzas significativas a los padres. José Abraham, quien tenía tres años al momento del procedimiento, falleció a la edad de seis.
La comunidad, en su momento, culpó a la odontóloga y al anestesiólogo del procedimiento, acusándolos de negligencia médica en pancartas. Sin embargo, la IPS sostiene que todos los procedimientos se llevaron a cabo siguiendo los protocolos necesarios.
“El menor fue atendido correctamente, se siguieron todos los protocolos de urgencia. La IPS, el médico y la odontóloga tomaron las medidas necesarias. Después de estabilizarlo, se remitió a un centro de salud para recibir atención adecuada”, afirmaron desde la institución.
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