La reciente cancelación de los conciertos de Taylor Swift en Viena ha dejado un sabor amargo en sus seguidores. Sin embargo, la decisión subraya una cruda realidad: la amenaza terrorista contra eventos musicales en Europa es más tangible que nunca. A continuación, repasamos algunos de los ataques más impactantes que han marcado la historia reciente.
Agosto de 2024: Conciertos de Taylor Swift cancelados en Viena
El 8, 9 y 10 de agosto, Taylor Swift iba a deslumbrar a más de 65.000 personas por noche en el estadio Ernst Happel de Viena. Sin embargo, un plan terrorista descubierto por las autoridades austriacas obligó a cancelar las presentaciones. Un joven de 19 años, vinculado al Estado Islámico (EI), confesó sus intenciones de perpetrar un ataque suicida que costaría la vida de un gran número de personas. Además de él, otro joven de 17 años fue detenido. Se incautaron sustancias químicas y dispositivos técnicos que estaban destinados a la fabricación de explosivos.
Marzo de 2024: Masacre en Crocus City Hall, Moscú
El Crocus City Hall en las afueras de Moscú se convirtió en el escenario de una tragedia en marzo de 2024. Cuatro hombres armados, vinculados al EI, abrieron fuego indiscriminadamente, matando a más de 140 personas antes de incendiar el lugar. Este ataque, reivindicado por el EI, agravó las tensiones entre Rusia y Ucrania, a quienes el gobierno ruso también apuntó como posibles autores intelectuales.
Junio de 2017: Alerta terrorista en Rock am Ring, Alemania
El festival Rock am Ring, uno de los más grandes de Europa, vivió momentos de pánico el 2 de junio de 2017. Ante una posible amenaza terrorista, las autoridades evacuaron a los 86.000 asistentes. Aunque finalmente no se encontró ningún artefacto, la intensa vigilancia recordó los peligros que acechan en eventos masivos, especialmente tras los atentados en París y Manchester.
Mayo de 2017: Atentado en Manchester Arena
El 22 de mayo de 2017, el Manchester Arena fue escenario de uno de los ataques más desgarradores en el Reino Unido. Un joven de 22 años detonó una bomba casera a la salida de un concierto de Ariana Grande, matando a 22 personas y dejando a cientos heridos. Este ataque, reivindicado por el EI, marcó un punto de inflexión en la seguridad de los eventos masivos en Europa.
Enero de 2017: Matanza en la discoteca Reina, Estambul
El Año Nuevo de 2017 comenzó con violencia en Estambul. En la madrugada del 1 de enero, un hombre armado irrumpió en la discoteca Reina, matando a 39 personas que celebraban la llegada del nuevo año. El EI reivindicó el ataque, argumentando que era una represalia por la intervención militar turca en Siria. Este atentado fue uno más en una serie de ataques que sacudieron Turquía en ese periodo.
Julio de 2016: Suicida ataca festival en Ansbach, Alemania
El 24 de julio de 2016, un atacante suicida detonó un explosivo en las inmediaciones del festival «Ansbach Open». Aunque fue el único fallecido, el ataque dejó 15 heridos graves. El autor, identificado como parte del espectro islamista, intentó ingresar al evento sin éxito antes de detonar la bomba frente a una vinoteca cercana.
Noviembre de 2015: La masacre en Bataclan, París
El 13 de noviembre de 2015, la sala Bataclan en París fue testigo de uno de los atentados más sangrientos en la historia reciente de Europa. Durante un concierto del grupo estadounidense Eagles of Death Metal, tres terroristas armados irrumpieron en el lugar, matando a 90 personas y tomando rehenes. Este ataque fue parte de una serie de atentados coordinados por el EI que esa noche cobraron la vida de 130 personas en la capital francesa. La masacre de Bataclan cambió para siempre la percepción sobre la seguridad en eventos musicales.